Quien trabaja con fibra de alpaca sabe que la calidad del hilado empieza mucho antes del proceso industrial. Comienza en el campo, en el momento exacto en que se realiza la esquila. Para quienes están en contacto con esta fibra, los desafíos son conocidos: vellones mal cortados, fibras contaminadas, animales estresados, pérdida de valor por mala clasificación y una trazabilidad difícil de sostener.
Estos problemas no solo afectan al productor, sino también a toda la cadena textil que depende de insumos de alta calidad.


Desde el año 2000, el centro de mejora genética Pacomarca, respaldado por Inca Tops, comenzó a desarrollar una técnica que abordara estos dolores de raíz. Así nació la técnica de esquila conocida como Inca Esquila, un método que prioriza el bienestar animal y la precisión técnica. A través de años de investigación y pruebas en campo, se logró establecer un protocolo que reduce el estrés en las alpacas, especialmente en hembras preñadas, y mejora significativamente la calidad del vellón.
La esquila se realiza en mesas ergonómicas, evitando el suelo, y se sigue la dirección natural del crecimiento de la fibra para evitar cortes cruzados. Además, el vellón se separa por zonas anatómicas en el momento de la esquila, lo que permite una clasificación más precisa y una valorización más justa. Este enfoque permite obtener fibras más largas, limpias y homogéneas, ideales para hilados finos como baby alpaca y royal alpaca.

El impacto de esta técnica fue tan contundente que el Instituto Nacional de Calidad (INACAL), adscrito al Ministerio de la Producción del Perú, decidió convertirla en norma oficial. Así nació la Norma Técnica Peruana NTP 231.370:2019, titulada “Camélidos domésticos – Buenas prácticas de esquila y manejo del vellón de la fibra de alpaca en animal vivo”.
Esta norma oficial define lineamientos claros para realizar la esquila de manera ética y técnica, preservar la calidad del vellón, promover el bienestar animal y facilitar la trazabilidad. Incluso fue publicada en idioma quechua para asegurar su adopción en comunidades altoandinas, reconociendo el rol fundamental de los productores locales en la cadena textil.

La esquila tradicional, aunque extendida, presenta varios desafíos que afectan directamente la calidad de la fibra. Las fibras cortas y contaminadas, el estrés animal, la clasificación deficiente y la falta de trazabilidad son abordados desde el origen por la técnica Inca Esquila. Su implementación no requiere tecnología costosa, sino capacitación y compromiso. El uso de mesas de esquila, la inmovilización controlada del animal, el corte por zonas y el registro del lote permiten obtener vellones más largos, limpios y homogéneos. Los productores que han adoptado esta técnica reportan mejoras en la calidad de sus fibras y mejores precios al venderlas.
La calidad del hilado depende directamente del vellón. Con fibras más largas y limpias, se reduce la pérdida en el proceso de hilado, se mejora el rendimiento por kilo de fibra y se obtienen hilados más suaves, resistentes y estables en máquina. Esto beneficia a marcas, diseñadores y fabricantes que buscan excelencia en sus productos finales. Además, la técnica facilita la implementación de sistemas de trazabilidad y certificación, lo que agrega valor y confianza en cada etapa del proceso.

Quienes compran fibra o hilado suelen tener dudas legítimas: ¿de qué animal proviene la fibra?, ¿fue esquilado éticamente?, ¿qué certificaciones respaldan el proceso?, ¿cómo se comporta en máquina o en teñido? La técnica Inca Esquila, al estar respaldada por una norma nacional, permite responder con claridad y seguridad. El proceso se vuelve transparente, trazable y alineado con estándares internacionales de calidad y bienestar animal.
La técnica de esquila Inca, hoy respaldada por la Norma Técnica Peruana NTP 231.370:2019, representa un avance concreto para mejorar la calidad de la fibra de alpaca desde su origen. Y aunque este artículo no se enfoca en marcas, es importante mencionar que los hilados que nacen de esta técnica, como baby alpaca, royal alpaca y lana merino, son los que finalmente ofrecemos en conos de 1 kg en nuestro Stock Service Essentials. Porque creemos que la calidad empieza en el campo, pero debe llegar intacta hasta tus manos.