EL MUNDO DE LA ALPACA, POR ALONSO BURGOS
Resulta fascinante que la alpaca, una de las especies domésticas más antiguas, apenas se conocía fuera de América del Sur hasta mediados del siglo XX. Aunque esta majestuosa criatura de las sierras peruanas aún es considerada exótica en muchas regiones, ha jugado un papel central en las civilizaciones precolombinas, particularmente durante la era incaica. Estas culturas, asentadas en las cumbres de los Andes, valoraban profundamente a la alpaca.
Para las vastas poblaciones precolombinas, las alpacas proveían la principal fuente de textiles, vistiendo a millones y catalizando el surgimiento de una cultura avanzada en el ámbito textil. Estas vestimentas, algunas de las cuales perduran hasta la actualidad, no solo eran símbolos de riqueza, sino también se empleaban como medio de intercambio, reflejando su inmensa valía. Pero con la llegada de los conquistadores españoles, el destino de la alpaca cambió. Los pastizales de los Andes se destinaron a animales traídos del Viejo Mundo, desplazando a las alpacas a las altitudes más extremas. En estas elevaciones, las alpacas se convirtieron en el sustento vital para innumerables familias, adaptándose a las bruscas variaciones térmicas y desarrollando una fibra con extraordinarias propiedades aislantes.
Esta fibra no solo destaca por su capacidad térmica, sino también por su suavidad y elasticidad. Los productos de alpaca perduran, manteniendo su aspecto fresco y nuevo. Además, su amplio espectro de colores naturales ofrece una alternativa sostenible a los tintes artificiales.
Pero la alpaca no solo es símbolo de sostenibilidad por sus características textiles. Frente al cambio climático, que amenaza su hábitat, la alpaca demuestra su resiliencia y adaptación. Su capacidad para prosperar en pastos escasos, su impacto mínimo sobre el suelo y su método de pastoreo sostenible, la posicionan como una pieza esencial en la preservación de los frágiles ecosistemas andinos. Esta relación simbiótica entre humanidad y alpaca, arraigada en las leyendas andinas, ejemplifica una coexistencia sostenible.
La sociedad contemporánea, cada vez más consciente de la ecología y sostenibilidad, reconoce el valor inherente de la alpaca. El desafío actual es cultivar esta relación, promoviendo prácticas sostenibles y justas, apoyando la investigación y desarrollo para maximizar los beneficios de este inestimable recurso.
En el Grupo Inca, con pasión y compromiso, nos dedicamos a narrar la epopeya de la alpaca, y con nuestros productos, aspiramos a tejer un futuro más luminoso y sostenible.